Sinopsis: Lucha por liberar su patria, pero él es prisionero del pasado. “Me gustan sus comisuras, señor Furia. Son marcadas, muy varoniles. Me gusta besarlas justo en el pliegue”. Buenos Aires, 1810. Corren vientos revolucionarios en el Río de la Plata. La facción patriótica pugna por lograr la independencia de España y convoca a sus mejores hombres para integrar las milicias. Entre ellos, ninguno como Artemio Furia. Su nombre, sinónimo de arrojo y valentía, se pronuncia con respeto y temor en la ciudad y en la campaña. Atípico entre los gauchos por los ojos azules y el pelo rubio, su carácter indomable contribuye a distinguirlo entre todos. Ya en tiempos de las Invasiones Inglesas, sirvió en las huestes de Juan Martín de Pueyrredón.